Desperté, y ella estaba a mi lado. Llevaba aquel perfume que me enamoró la noche que la conocí,le aparte el pelo de la cara con cuidado de no despertarla. Le dí un beso detrás de la oreja, a lo que ella abrió los ojos y pude decirle al oído: -Buenos días princesa, ¿que quieres para desayunar?.
No se como lo hizo, pero su sonrisa hizo que tuviese que besarle al instante. A lo que ella respondió con un.-
-Buenos días príncipe, con tu beso ya me doy por satisfecha hasta el medio día, solo quiero quedarme todo el día aquí en la cama a tu lado-.
-A lo que no pude resistirme y volví a besar sus perfectos labios.
Y así es como el cine supera a la realidad.
Christian Castles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario